- Sept 2011
Crudo
Juan Pablo Ferlat
La exposición CRUDO reúne una serie de trabajos donde el petróleo es la fuerza consteladora. Se expande a través de una red de complejas operaciones sobre papeles, fotografías y esculturas. Generando una estética espesa y sombría. El Petróleo para estos trabajos fue conseguido clandestinamente.
Hacia finales del año 2003 Ferlat comienza una serie de viajes iniciáticos. Se establece en las profundidades del desierto de San Juan en las inmediaciones del Valle de la Luna. En ese inhóspito paraje los últimos herederos de la cultura indígena Diaguita le enseñan el camino del San Pedro (cactus sagrado utilizado en la medicina tradicional andina por sus propiedades alucinógenas y sanadoras). Extrae el cactus del desierto para trabajarlo durante semanas hasta transformar la fibra en un papel áspero, ligado estéticamente a esta geografía. Pinta sobre ellos con antisépticos y productos de primeros auxilios que son prácticamente su único equipaje. Influido por la experiencia de vacío y hostilidad del desierto Ferlat construye una estética ligada a procesos de sanación, donde la forma del mandala aparece como la primera huella en la mente frente a la experiencia de lo sublime.
En 2011 interviene digitalmente estos papeles a través del grabado de router Láser. Este palimpsesto responde a un conjunto de operaciones digitales de análisis y traducción de grabaciones de video de carácter documental. Planteando así un sincretismo de técnicas artesanales e industriales, orgánicas y digitales.
A modo de planos de correspondencia CRUDO engloba otra serie de trabajos que de alguna manera recorre el camino inverso, partiendo desde lo digital se proyectan al encuentro de la naturaleza. Se trata de una máquina de retratos eternos. Donde las fuerzas de la naturaleza animen un artefacto que construya y destruya retratos de forma cíclica por toda la eternidad. Cercano a la tradición de artefactos utópicos de la alquimia, Ferlat descompone este complejo proyecto en una serie de fotografías y esculturas que pueden ser leídas a manera de códices.