Casa de Córdoba

Grupo Flores: Damián Santacruz, Lucas Despósito, Lucía Von Sprecher, Majo Arrigoni, Martín Carrizo, Noesasí, Samantha Ferro, Sofia Sartori, Victoria Liguori.

Curador: Raúl Flores.

 

El oikos griego abarcaba algo similar a lo que hoy entendemos por espacio doméstico o CASA, y constituía una especie de sistema puertas adentro que involucraba a un grupo amplio de individuos. Sus miembros eran criados con el mismo alimento y sus actividades se centraban en la consecución de la vida (propia y ajena), es decir, en cocinar, lavar, limpiar y generar las condiciones de satisfacción y crecimiento de los cuerpos.

Ese espacio se desarrollaba al amparo de una oscuridad –literal y socialmente– “privada”, e involucraba el funcionamiento cíclico, natural, de lo vivo. Esto, entonces,del lado de la sombra. Afuera, del lado de lo ilumi- nado, lo público.
Tal vez el oikos era como un frasco con poca luz en el que se recreaba todo un ecosistema. Como un microuniverso, con sus propias leyes y sus propios habitantes. Como una condensación que transpira su propio aire. Como algo que es centro y tracciona su propio mapa. Un poco como se piensa Córdoba respec- to del resto de las provincias: “Córdoba: el corazón de mi país”.

Tenemos, así, un microuniverso que late intensamente y que lee las vibraciones del mundo más allá al ritmo de sus propias pulsaciones.

Una CASA inicia: Antes del 1600, Córdoba ya era un punto central en la estrategia colonizadora española, y pertenecía a la provincia jesuítica del Paraguay. En 1613, el Obispo Trejo siente que debe haber una CASA de estudios superiores ( losofía y teología, claro) y traslada desde Santiago de Chile a Córdoba el Colegio Máximo, actual Universidad Nacional de Córdoba. Para ello, Trejo dona bajo promesa escriturada sus futuros salarios hasta completar cuarenta mil pesos una suma que equivalía a 5.000 mulas o alrededor de 200 esclavos.

Una CASA habilita: El 21 de marzo de 1966 se inaugura la galería la hoy clausurada CASA de Córdoba en Buenos Aires, CASA provincial en la que artistas de varias generaciones pudieron hacer su primera muestra.

Una CASA alimenta: En la década del noventa surge CASA 13, primer espacio independiente de la ciudad de Córdoba que continúa con frescura albergando artistas y cruzando experiencias luego de 20 años.

Una CASA abandona: La actual Casa de Córdoba en Buenos Aires se ha convertido en el destino al que van a pagar los impuestos de las Casa de veraneo de los porteños.

EL hogar está donde habita el corazón: Hoy hay un espacio ubicado en la zona roja de la ciudad de Córdoba creado con la nalidad de tender redes y fomentar la producción y circulación de obra. El espacio, un nuevo corazón, una nueva pulsación, se llama CASA Flores Arte & Ocio
Esta muestra reúne obras de los nueve artistas fundadores de ese microuniverso, de ese ecosistema, o, mejor, de ese renovado sistema del arte.

Celebro poder presentar esta nueva CASA y espero que se alimente y crezca.

Marzo 2017 / Raúl Flores

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